En un escenario global marcado por tensiones económicas y políticas, Estados Unidos y China han encontrado un terreno común en el desarrollo y regulación de la inteligencia artificial (IA). Aunque estos dos gigantes económicos, Estados Unidos y China, han estado en conflicto en diversas áreas, desde los semiconductores hasta las materias primas, han reconocido la necesidad de colaborar en la gestión de los riesgos asociados con la IA.
Esta colaboración entre Estados Unidos y China se ha materializado en una serie de encuentros y acuerdos que buscan establecer estándares globales para el desarrollo seguro de esta tecnología. ITD Consulting te cuenta los detalles de este encuentro.
El conflicto tecnológico entre Estados Unidos y China
El conflicto entre Estados Unidos y China en el ámbito tecnológico ha sido una constante desde finales de la década pasada. Esta disputa entre Estados Unidos y China se ha caracterizado por una serie de sanciones cruzadas y restricciones comerciales que han afectado significativamente a la industria tecnológica global.
Un ejemplo notable de la tensión entre Estados Unidos y China es la prohibición impuesta por Estados Unidos a empresas como Huawei, restringiendo su acceso a tecnologías clave como los semiconductores avanzados y los sistemas operativos móviles. Esta medida, justificada por preocupaciones de seguridad nacional, ha obligado a Huawei y otras empresas chinas a buscar alternativas domésticas y a acelerar sus esfuerzos de innovación independiente.
Paralelamente, China ha respondido con restricciones sobre la exportación de tierras raras, elementos esenciales para la fabricación de una amplia gama de productos tecnológicos, desde teléfonos inteligentes hasta vehículos eléctricos.
Esta guerra tecnológica entre Estados Unidos y China ha exacerbado las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo, afectando no solo a las empresas directamente involucradas, sino también a las cadenas de suministro globales y a los mercados internacionales.
A pesar de estas tensiones entre Estados Unidos y China, la necesidad de gestionar los riesgos de la inteligencia artificial (IA) ha propiciado un acercamiento entre las dos naciones. Las preocupaciones sobre el mal uso de la IA, desde la vigilancia masiva hasta la manipulación de la información y el desarrollo de armas autónomas, han motivado a Estados Unidos y China a buscar un terreno común.
En abril de 2024, en un evento de la Conferencia de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Tecnología celebrado en Ginebra, empresas líderes de ambos países, como Baidu, Tencent y Ant de China, y NVIDIA, Microsoft, Meta, Google, Amazon y OpenAI de EE.UU., anunciaron un esfuerzo conjunto para desarrollar un estándar global para la seguridad de la IA generativa.
Esta colaboración entre Estados Unidos y China se centra en garantizar que los sistemas de IA se desarrollen de manera segura y responsable, protegiendo tanto a los usuarios como a las empresas. Este movimiento estratégico no solo subraya la importancia de la cooperación internacional en tecnología avanzada, sino que también demuestra que, a pesar de las diferencias, Estados Unidos y China pueden encontrar puntos de convergencia en áreas críticas para el futuro global.
Colaboración en IA
A pesar de estas disputas entre Estados Unidos y China, las empresas tecnológicas de ambos países han encontrado razones para colaborar. En abril de 2024, compañías como Baidu, Tencent y Ant de China, junto con NVIDIA, Microsoft, Meta, Google, Amazon y OpenAI de Estados Unidos, anunciaron un esfuerzo conjunto para desarrollar un estándar global para la seguridad de la IA generativa.
Esta iniciativa fue presentada en un evento de la Conferencia de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Tecnología en Ginebra. Los documentos presentados, titulados «Estándar para el análisis y la validación de la seguridad de la inteligencia artificial generativa» y «Método de análisis de la seguridad de los grandes modelos de lenguaje», establecen las bases para una regulación internacional que busca garantizar que el desarrollo de la IA sea seguro y beneficioso para toda la humanidad.
La cooperación en este ámbito entre Estados Unidos y China no es solo un gesto simbólico, sino una necesidad urgente dada la rápida evolución de la inteligencia artificial. Las empresas involucradas representan lo más avanzado en desarrollo de tecnología de IA, y su capacidad para establecer estándares comunes es crucial para mitigar los riesgos asociados con la tecnología a la cabeza actualmente de Estados Unidos y China.
Estos riesgos incluyen, entre otros, el mal uso de la IA para la vigilancia masiva, la manipulación de la información, y la potencial creación de armas autónomas. La colaboración entre estas empresas busca prevenir estos escenarios y asegurar que la IA se utilice de manera ética y segura, beneficiando tanto a los usuarios como a las sociedades en general, además de sentar las conversaciones entre Estados Unidos y China.
La reunión de alto nivel en Ginebra
En mayo de 2024, se llevó a cabo en Ginebra la primera reunión de alto nivel dedicada exclusivamente a la inteligencia artificial, con la participación de altos cargos de las administraciones de Estados Unidos y China. Esta reunión entre Estados Unidos y China fue el resultado de un acuerdo alcanzado por los presidentes Joe Biden y Xi Jinping en noviembre de 2023, durante un encuentro en San Francisco.
La semilla de esta reunión fue plantada en ese encuentro entre Estados Unidos y China, donde ambos líderes acordaron la necesidad de cooperar para garantizar que la IA no representará un peligro en el futuro, aunque reconocieron que Washington y Pekín tienen prioridades diferentes respecto a esta tecnología.
Objetivos del encuentro
El principal objetivo de la reunión entre Estados Unidos y China en Ginebra fue analizar conjuntamente los riesgos asociados con el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial. Estados Unidos y China presentaron sus enfoques y estrategias para regular esta tecnología, con la intención de intercambiar puntos de vista y buscar un consenso sobre cómo debe gestionarse.
La reunión, descrita como «profunda, profesional y constructiva» por el director del Departamento de América del Norte y Oceanía del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Yang Tao, y el enviado especial adjunto para Tecnologías Críticas y Emergentes del Departamento de Estado de Estados Unidos, Seth Center, se centró en varios aspectos clave.
Los representantes de Estados Unidos y China discutieron sobre los beneficios potenciales de la IA y los peligros asociados, subrayando la importancia de garantizar que los sistemas de IA sean seguros y fiables. Estados Unidos hizo hincapié en la necesidad de abordar los riesgos de los modelos de IA de vanguardia y evitar su mal uso, mientras que China promovió un enfoque más colaborativo para el desarrollo conjunto de esta tecnología.
Ambos, Estados Unidos y China, también expresaron su compromiso de seguir construyendo un consenso mundial y mantener abiertas las líneas de comunicación para gestionar de forma responsable la competencia en el sector de la IA.
Enfoques diferentes
A pesar de los esfuerzos de colaboración, Estados Unidos y China mantienen prioridades y enfoques diferentes respecto a la regulación de la IA.
Enfoque de Estados Unidos
Para la administración estadounidense, liderada por el Secretario de Estado Antony Blinken, la prioridad es lidiar con los riesgos que conllevan los modelos de IA de vanguardia. Estados Unidos ha desarrollado directrices para asegurar que los sistemas de IA sean seguros y confiables, y ha trabajado con empresas tecnológicas para probar la seguridad de sus productos. Este enfoque se centra en evitar el mal uso de la IA y garantizar que la tecnología no represente un peligro para la seguridad nacional.
Enfoque de China
Por su parte, la administración china defiende la necesidad de un desarrollo conjunto de la tecnología de IA. China aboga por el fortalecimiento de la gobernanza global de la IA bajo el liderazgo de las Naciones Unidas y ha enfatizado el respeto a la soberanía de otros países y la no interferencia en asuntos internos. Además, China ha destacado la importancia de asegurar que la IA permanezca bajo control humano para evitar riesgos descontrolados.
El papel de las Naciones Unidas
La colaboración entre Estados Unidos y China en el ámbito de la IA se ha visto facilitada por la intervención de las Naciones Unidas. La Conferencia de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Tecnología ha servido como plataforma para que las empresas y los gobiernos discutan y acuerden estándares globales.
En el evento de Ginebra, las compañías tecnológicas presentaron dos documentos clave: «Estándar para el análisis y la validación de la seguridad de la inteligencia artificial generativa» y «Método de análisis de la seguridad de los grandes modelos de lenguaje». Estos documentos representan un primer paso hacia la creación de un marco regulatorio internacional que garantice el desarrollo seguro de la IA.
La colaboración entre Estados Unidos y China en el ámbito de la IA tiene implicaciones significativas para el futuro de la tecnología y la política global.
La colaboración en la regulación de la IA entre Estados Unidos y China podría ayudar a mitigar los riesgos asociados con el desarrollo de esta tecnología, promoviendo un entorno más seguro tanto para los usuarios como para las empresas. Además, podría establecer un precedente para la cooperación en otras áreas tecnológicas, reduciendo las tensiones y promoviendo un desarrollo más equilibrado a nivel global.
A pesar de los avances, persisten desafíos significativos. Las diferencias en las prioridades y enfoques de Estados Unidos y China podrían dificultar la implementación de un marco regulatorio común. Además, la competencia en el desarrollo de tecnologías de IA de vanguardia entre Estados Unidos y China sigue siendo feroz, con implicaciones para la seguridad nacional y el dominio económico.
En conclusión, en un mundo cada vez más interconectado y dependiente de la tecnología, la cooperación en el ámbito de la inteligencia artificial entre Estados Unidos y China es crucial. Aunque Estados Unidos y China han estado en conflicto en diversas áreas, han reconocido la necesidad de trabajar juntos para gestionar los riesgos asociados con la IA.
La reunión de alto nivel en Ginebra entre Estados Unidos y China y los esfuerzos conjuntos de las empresas tecnológicas representan un paso importante hacia la creación de un marco regulatorio global que garantice el desarrollo seguro de esta tecnología. Sin embargo, persisten desafíos significativos que requerirán un compromiso continuo y una colaboración estrecha entre ambas naciones.
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