Los tsunamis son uno de los fenómenos naturales más destructivos y temidos por las poblaciones costeras. En cuestión de minutos, estas olas gigantes de los tsunamis pueden arrasar comunidades enteras, provocar decenas de miles de muertes y causar daños económicos incalculables. En las últimas décadas, el mundo ha avanzado en su capacidad para detectar estos tsunamis mediante sistemas de alerta temprana. Sin embargo, la fiabilidad de estas tecnologías contra los tsunamis aún está lejos de ser óptima.
Gran parte de los sistemas actuales se basan en la interpretación de datos sísmicos, lo cual conlleva un margen de error elevado: muchas veces se activan falsas alarmas de tsunamis, y otras, las alertas llegan demasiado tarde. Frente a este problema, un grupo de científicos de la Universidad de Cardiff ha desarrollado GREAT v1.0 (Global Real-time Early Assessment of Tsunamis), un sistema que combina análisis acústico y algoritmos de inteligencia artificial para detectar tsunamis casi en tiempo real.
Esta innovación, ya en pruebas operativas en Europa, podría redefinir los estándares mundiales en la prevención de desastres naturales como los tsunamis. A lo largo de este artículo de ITD Consulting, exploraremos cómo funciona GREAT v1.0, por qué representa un salto tecnológico, cuáles son sus fortalezas y limitaciones actuales, y cómo se proyecta su impacto en el futuro de la gestión de riesgos oceánicos como los tsunamis.
Los sistemas tradicionales de alerta: Fortalezas y limitaciones
Desde la década de 1940, los países más propensos a tsunamis —como Japón, Indonesia o Estados Unidos— han desarrollado sistemas de alerta basados principalmente en datos sísmicos. La lógica es sencilla: si un terremoto ocurre bajo el océano y supera cierta magnitud, es probable que genere un tsunami. El sistema emite una alerta preventiva de tsunamis mientras se analizan otros factores, como la profundidad del sismo y la deformación del lecho marino. Aunque estos mecanismos contra los tsunamis han sido útiles, presentan varios problemas graves:
- Falsas alarmas frecuentes: Según estudios citados por la Universidad de Cardiff, aproximadamente el 75% de las alertas de tsunami que provocaron evacuaciones desde los años 50 resultaron ser falsas. Esto tiene consecuencias económicas y sociales importantes.
- Retrasos en la confirmación: Los sistemas tradicionales necesitan tiempo para verificar la amenaza a través de boyas u otros sensores, lo cual limita la capacidad de reacción ante un tsunami.
- Evaluaciones incompletas: No todos los terremotos submarinos generan tsunamis, y los que lo hacen dependen de múltiples variables, como la dirección del movimiento de las placas tectónicas.
Uno de los ejemplos más impactantes de las consecuencias de las falsas alarmas fue la evacuación de Honolulu en 1986. Aunque el tsunami nunca llegó, las pérdidas económicas superaron los 30 millones de dólares. Este tipo de eventos ha generado una pérdida progresiva de confianza en los sistemas de alerta, poniendo en riesgo la respuesta ciudadana en emergencias reales.

El tsunami del 2004: Un catalizador para la innovación
El punto de inflexión global en la conciencia sobre la necesidad de mejorar estos sistemas llegó en 2004, cuando un terremoto de magnitud 9.1 frente a la costa de Sumatra desencadenó uno de los tsunamis más letales de la historia. Más de 230.000 personas murieron en 14 países, y se estima que los daños superaron los 15 mil millones de dólares a causa del tsunami.
Tras esta catástrofe, se creó una red global coordinada por las Naciones Unidas para mejorar la detección y alerta de tsunamis. Se instalaron boyas DART (Deep-ocean Assessment and Reporting of Tsunamis), se fortalecieron los centros de monitoreo y se promovió el intercambio internacional de datos. Sin embargo, incluso con estos avances en la detección de tsunamis, la mayoría de los sistemas sigue dependiendo de datos sísmicos, con todas las limitaciones ya señaladas.
El nacimiento de GREAT v1.0: Una aproximación acústica e inteligente
En este contexto de búsqueda de soluciones más precisas para estar prevenidos ante la ocurrencia de tsunamis, surgió GREAT v1.0, una propuesta completamente distinta en su enfoque. En lugar de centrarse en las vibraciones de la corteza terrestre, el sistema analiza las ondas acústicas generadas por la deformación del fondo oceánico para predecir tsunamis.
Cuando ocurre un terremoto submarino, la energía liberada no solo viaja por la tierra (como las ondas sísmicas tradicionales), sino también por el agua en forma de ondas de presión o T-waves. Estas ondas se desplazan más rápido que las propias olas del tsunami, por lo que pueden ser detectadas antes de que el desastre se manifieste en la superficie.
Principales características de GREAT v1.0
- Velocidad: El sistema puede completar el análisis completo en cuestión de segundos utilizando un ordenador convencional para alertar sobre un tsunami.
- Precisión: Gracias al uso de inteligencia artificial, puede diferenciar entre movimientos sísmicos horizontales (menos peligrosos) y verticales (más propensos a generar tsunamis).
- Modularidad: Puede integrarse en sistemas de monitoreo existentes y escalarse a plataformas más potentes.
- Fiabilidad: Reduce el número de falsas alarmas de tsunamis, uno de los principales problemas históricos en este campo.
¿Cómo funciona GREAT v1.0?
El sistema de detección de tsunamis se estructura en varias etapas:
- Captación de datos acústicos: Se utilizan hidrófonos, instalados a grandes profundidades, para captar las ondas generadas por la compresión del agua durante un terremoto. Estas señales viajan a más de 1.400 metros por segundo.
- Procesamiento matemático: El software calcula la ubicación del epicentro, la profundidad y la topografía submarina para proyectar trayectorias potenciales de las olas.
- Análisis por IA: Utilizando técnicas de aprendizaje automático, el sistema clasifica el tipo de movimiento tectónico (horizontal o vertical) y estima la magnitud del sismo con base en los patrones acústicos.
- Simulación de impacto: Si se detecta un riesgo, se estiman la amplitud de las olas y el tiempo de llegada a distintas regiones costeras.
El proceso puede realizarse en pocos segundos, lo que da un margen de respuesta mayor que los sistemas actuales, mejorando la predicción de tsunamis y la consecuente evacuación oportuna. Además, al no depender exclusivamente de datos sísmicos o físicos de superficie, GREAT es capaz de evitar muchas falsas alarmas de tsunamis.

Validación científica: Casos de estudio
Para validar su efectividad, GREAT v1.0 fue probado con datos de varios tsunamis históricos. Los resultados fueron prometedores:
Sumatra (2004): El sistema analizó señales acústicas captadas a más de 3.000 km del epicentro. Pudo identificar con éxito las regiones de mayor riesgo de tsunami, como Sri Lanka y Madagascar.
Tohoku (2011): Las estimaciones del sistema coincidieron con los registros de las boyas DART, especialmente en áreas cercanas al epicentro del tsunami.
Alaska (2018): Se trató de una falsa alarma de tsunami generada por un sistema convencional. GREAT confirmó en menos de 30 segundos que no había riesgo, lo que podría haber evitado evacuaciones innecesarias.
Tateyama (2009): Aunque el evento fue de baja magnitud, el sistema ofreció resultados consistentes en las estaciones cercanas.
Estas validaciones sugieren que el sistema puede operar con precisión tanto en eventos extremos como en situaciones más sutiles para alertar oportunamente de la ocurrencia de tsunamis y las áreas a las que afectan principalmente.
Implementación actual y limitaciones
Desde junio de 2024, GREAT v1.0 se encuentra en fase operativa en el Centro de Alerta de Tsunamis del Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA). Esta prueba real permite evaluar el sistema en condiciones operativas, incluyendo posibles fallos técnicos, retrasos de transmisión y variaciones geográficas.
A pesar de sus avances, GREAT v1.0 enfrenta algunas limitaciones importantes que afectan su rendimiento y alcance. En primer lugar, la cobertura actual de hidrófonos es insuficiente para garantizar una vigilancia global eficaz para predecir tsunamis. Solo seis estaciones, gestionadas por la Comprehensive Nuclear-Test-Ban Treaty Organization (CTBTO), están disponibles para este tipo de análisis, y de esas, apenas cuatro se utilizan activamente para la detección acústica de tsunamis.
Cada una de estas estaciones puede monitorear un área con un radio aproximado de 1.000 kilómetros, lo que deja grandes regiones sin cobertura directa. Para alcanzar una capacidad de vigilancia verdaderamente global para predecir tsunamis, se estima que sería necesario contar con al menos 30 estaciones distribuidas estratégicamente en los océanos.
Otro desafío relevante es la base de datos limitada con la que se entrenó el modelo de inteligencia artificial. Aunque GREAT ha sido desarrollado y validado con eventos históricos significativos, la cantidad y variedad de datos no es suficiente para perfeccionar su precisión y adaptabilidad ante diferentes escenarios. Ampliar este conjunto de datos con información satelital, registros oceánicos más recientes y distintos tipos de eventos sísmicos permitirá mejorar significativamente la capacidad predictiva y la respuesta del sistema en situaciones reales de tsunamis.
Finalmente, la actual versión de GREAT presenta restricciones en cuanto a los fenómenos que puede detectar. Su diseño se centra principalmente en tsunamis generados por terremotos submarinos, mientras que otros causantes importantes, como los deslizamientos submarinos o las erupciones volcánicas, todavía no están contemplados en sus algoritmos. Para que el sistema sea más completo y útil en una variedad mayor de situaciones, se espera que futuras actualizaciones incorporen la capacidad de detectar y evaluar estos fenómenos no sísmicos, ampliando así el espectro de protección para las comunidades costeras.
Impacto global y perspectivas futuras
La implementación de una tecnología como GREAT v1.0 tiene el potencial de transformar significativamente los estándares globales de protección ante tsunamis. Uno de sus beneficios más destacados es la reducción de falsas alarmas de tsunamis, un problema histórico que ha generado evacuaciones innecesarias y costos elevados para las comunidades y gobiernos. Al disminuir la cantidad de alertas erróneas de tsunamis, GREAT no solo contribuye a evitar pérdidas económicas, sino que también ayuda a minimizar el desgaste emocional y social provocado por las evacuaciones frecuentes que terminan siendo innecesarias.
Esta mejora en la precisión de las alertas de tsunamis tiene un impacto directo en la confianza pública. Cuando las alertas son más acertadas, la población comienza a tomar con mayor seriedad las indicaciones de evacuación, aumentando su disposición a actuar rápidamente ante una amenaza real. La credibilidad en el sistema de alerta de tsunamis es fundamental para que los protocolos de seguridad se sigan de manera efectiva, y la tecnología de GREAT podría ser clave para restaurar y fortalecer esa confianza, algo que los sistemas tradicionales han perdido en gran medida debido a la alta tasa de falsas alarmas.
Además, la accesibilidad tecnológica de GREAT v1.0 es un punto crucial para su adopción global. A diferencia de otros sistemas que requieren infraestructuras complejas o supercomputadoras, este software puede operar con equipos convencionales, lo que facilita su implementación en países en desarrollo o regiones con recursos limitados. Esta democratización del acceso a tecnologías avanzadas para la detección temprana de tsunamis podría salvar innumerables vidas en áreas donde los sistemas actuales no son viables por costos o falta de infraestructura.
Finalmente, GREAT no busca reemplazar los sistemas existentes, sino complementarlos. Su capacidad para integrarse con sensores sísmicos tradicionales, boyas oceanográficas y monitoreo satelital permite crear un ecosistema multidimensional y mucho más robusto para la vigilancia oceánica. Esta complementariedad amplía las fuentes de datos y mejora la precisión y rapidez en la detección y evaluación de tsunamis, haciendo que las respuestas ante estas amenazas sean más rápidas y confiables.
Hacia una cobertura global
Para que GREAT tenga un impacto verdaderamente global, será necesario expandir la red de sensores acústicos. La colaboración internacional será clave en este punto, especialmente con entidades como la CTBTO, organizaciones oceanográficas y gobiernos costeros. Asimismo, se plantea la posibilidad de incorporar sensores móviles o sistemas de alerta acoplados a drones submarinos.
Una línea de desarrollo futuro de GREAT incluirá la detección de tsunamis generados por otros mecanismos no sísmicos. Por ejemplo, deslizamientos de tierra submarinos o erupciones volcánicas pueden generar tsunamis de gran magnitud, como ocurrió en Tonga en 2022. Esto requerirá nuevos módulos dentro del sistema, así como entrenamiento adicional para los algoritmos de IA con diferentes tipos de eventos acústicos.
El desarrollo e implementación de tecnologías como GREAT v1.0 se alinea con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. En particular:
ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles – Al mejorar la resiliencia ante desastres, especialmente en zonas costeras densamente pobladas.
ODS 13: Acción por el clima – Proporciona herramientas tecnológicas para la adaptación al cambio climático, que puede aumentar la frecuencia o impacto de eventos oceánicos extremos.
ODS 17: Alianzas para lograr los objetivos – Promueve la cooperación científica y tecnológica entre países e instituciones.
Además, el enfoque del equipo de Cardiff también responde a las recomendaciones del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, promovido por Naciones Unidas. Este marco hace énfasis en el fortalecimiento de la alerta temprana y la comprensión del riesgo como pilares fundamentales para reducir la vulnerabilidad global.

La aparición de GREAT v1.0 representa un cambio radical en la forma en que se entiende y se anticipa el riesgo de tsunamis a nivel global. Su enfoque innovador, que combina análisis acústico del océano con inteligencia artificial, permite emitir alertas más rápidas, más precisas y más confiables que los sistemas tradicionales, de manera que la población pueda estar segura ante la ocurrencia de tsunamis.
Este avance no solo tiene el potencial de salvar miles de vidas en el futuro, sino que también contribuye a una cultura global de prevención, sostenibilidad y cooperación científica. Aunque aún enfrenta desafíos técnicos, como la escasa red de sensores y la necesidad de entrenamiento con datos más diversos, el camino que ha abierto es claro: una alerta más inteligente, más rápida y más humana es posible.
En un mundo cada vez más expuesto a los extremos del cambio climático y la urbanización costera descontrolada, tecnologías como GREAT v1.0 no son solo innovaciones científicas: son instrumentos vitales para construir un futuro más seguro. Si quieres conocer más de las innovaciones que trae la IA, como la detección de tsunamis, escríbenos a [email protected]. Tenemos un equipo tecnológico listo para ayudarte en la modernización de tus sistemas.